El hojaldre es una de las masas más elegantes y versátiles de la repostería, capaz de transformar un plato ordinario en una creación culinaria espectacular con su característica textura crujiente y aireada. Formado por capas alternas de masa y mantequilla que se expanden al hornearse, el hojaldre es la base de innumerables delicias, tanto dulces como saladas, aportando un toque de sofisticación y un crujido irresistible a cada bocado.
La magia del hojaldre reside en el meticuloso proceso de plegado y estirado (conocido como «tourage»), que crea esas miles de capas finas. Aunque tradicionalmente se prepara en casa, hoy en día el hojaldre comercial de buena calidad nos permite disfrutar de sus bondades sin la complejidad de su elaboración desde cero. Su sabor neutro lo convierte en el lienzo perfecto para una infinidad de rellenos y combinaciones.
En el ámbito dulce, el hojaldre es la estrella de tartas de frutas, milhojas cremosas, palmeras de azúcar o cruasanes dorados. En el lado salado, se convierte en la envoltura perfecta para patés, la base de quiches y empanadas, o el protagonista de un Wellington de carne o verduras. La clave para su éxito es un horno bien caliente que permita que las capas se separen y doren adecuadamente. La versatilidad del hojaldre es un recordatorio de que la técnica, combinada con ingredientes de calidad, puede dar lugar a creaciones culinarias verdaderamente mágicas que deleitan tanto la vista como el paladar.
Receta: Palmeritas de Hojaldre con Azúcar Caramelizado
Un clásico sencillo y delicioso, perfecto para acompañar el café o como un dulce bocado en cualquier momento.
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre rectangular (preferiblemente de mantequilla), fría y recién sacada del frigorífico
- 100-150 g de azúcar blanco (o azúcar moreno para un sabor más caramelizado)
- Opcional: una pizca de canela en polvo
Preparación:
- Precalentar el Horno: Precalienta el horno a 200°C (400°F) con calor arriba y abajo. Prepara una bandeja de horno cubriéndola con papel de horno.
- Preparar la Lámina de Hojaldre: Desenrolla la lámina de hojaldre sobre una superficie ligeramente enharinada (o directamente sobre su propio papel si viene con él).
- Azucarar y Doblar (Primera Parte): Espolvorea la mitad del azúcar (y la canela si la usas) de manera uniforme sobre toda la superficie de la lámina de hojaldre. Pasa un rodillo suavemente por encima para que el azúcar se adhiera un poco a la masa.
- Doblar los Lados: Dobla un tercio de la lámina de hojaldre hacia el centro. Repite con el otro tercio, de manera que los bordes se encuentren justo en el centro.
- Volver a Azucarar y Doblar (Segunda Parte): Espolvorea el azúcar restante sobre la parte superior del hojaldre ya doblado. Presiona suavemente con el rodillo. Ahora, dobla la mitad de la masa hacia el centro y la otra mitad también hacia el centro, de manera que los pliegues se encuentren. Finalmente, dobla la masa por la mitad, como si fuera un libro cerrado. Tendrás un rollo de hojaldre con múltiples capas y azúcar.
- Cortar las Palmeritas: Con un cuchillo afilado, corta el rollo de hojaldre en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor. Coloca las palmeritas cortadas en la bandeja de horno preparada, dejando suficiente espacio entre ellas ya que se expandirán.
- Hornear: Hornea durante 12-18 minutos, o hasta que las palmeritas estén doradas y el azúcar se haya caramelizado. A mitad de la cocción (aproximadamente a los 6-8 minutos), voltéalas con cuidado para que se doren uniformemente por ambos lados y el caramelo se forme en toda la superficie. Vigila de cerca, ya que el azúcar se quema fácilmente.
- Enfriar: Retira las palmeritas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla. Ten cuidado al manipularlas recién salidas del horno, el caramelo estará muy caliente. A medida que se enfrían, el caramelo se endurecerá y las palmeritas se volverán más crujientes.
- Servir: Una vez frías, disfruta de tus palmeritas caseras con un café o té. Se conservan bien en un recipiente hermético.